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Editorial.

La educación que supimos destruir.

 

Por Hugo Nicolás Vazquez .-. Cuando Alejandro Castro Santander, psicopedagogo e integrante de la Cátedra Juventud, Educación y Sociedad de la Unesco, al analizar  la altísima deserción escolar en la Argentina, indicaba que "El problema es que ahora muchos chicos no ven en la escuela un medio para lograr posicionarse y por otro lado, no la encuentran atrayente", varias voces “docentes” afines con el gobierno K se levantaron en contra de las expresiones de Santander.

Muchos de estos docentes sostienen que jamás un gobierno destino tanto dinero para educación como éste. Esto puede ser, relativamente, cierto, siempre que a los ojos del vulgo se considere que educar es hacer edificios escolares. Tan absurdo como pensar que a Dios se lo alimenta con grutitas aunque el creyente se muera de hambre.

 

Este gobierno que se destacó con la frase “No hay que darles el pescado sino que hay que enseñarles a pescar “, se pasó dos gestiones poniendo el pescado en la boca de los que menos tienen y el dinero en la mano de los que más tienen. Construyó edificios escolares porque de esa manera enriquecía a empresarios que, a ojos de buen cubero, inflan los presupuestos logrando aumentar sus cuentas bancarias, y de educación… ¡Nada!.

 

Los docentes de vocación se transformaron en asalariados de los discursos gremiales y perdieron, en la brújula, el norte del interés por enseñar, llegando, en mucho de los casos, a trabajar enojados consigo mismo, trasmitiendo los problemas particulares a los alumnos y en mucho de los casos con no muy buenos modales o no muy educados. Lo que es más, ingresan al nuevo edificio (demasiado caro) creyendo

que ya son más docentes que aquellos que educan en las taperas.

 

La deserción escolar en estos dos periodos ha superado todos los guarismos. En la provincia de Mendoza los números son alarmantes, como lo son en la provincia de San Juan. La falta de interés por la educación está tan inserta en la dirigencia que hasta nos damos el gusto de repetir los mismos ministros que destruyeron la educación, con una política que cambió el ciclo básico por la EGB 3, forjando ya el camino de un nuevo fracaso en las mismas manos.

 

Ser ingeniero, médico, psicólogo, maestro o profesor, no garantiza la idoneidad docente. Se puede dictar clase por un salario, por una necesidad para vivir, pararse frente a un pizarrón y explicar, pero eso no es educar, eso es instruir, hacer que alguien aprenda por una necesidad de pertenecer a un engranaje de un modelo de producción. Educar es despertar el interés por superarse man- tenerlo e incentivarlo a cada paso, es mos trar el infinito mundo del saber, es acercar el hombre a Dios tomado de la mano del razonamiento, acompañado por el amor del que enseña, es la paciencia hecha car ne, capaz de desafiar a los demagogos, aunque en ese desafío, como a Sócrates, se nos condene a beber la cicuta. 

 
 

Editorial El “río” purificador de Rawson.

Por Hugo Nicolás Vazquez .-. En la india, a orillas del Río Ganges se levantan varias ciudades cuya adoración a ese río es tan grande que una de ellas, Varanasi, compuesta por dos grandes comunidades, Benarés y Kashi, conforman el lugar hídrico sagrado más importante de aquel país. Cremar los muertos y arrojar las cenizas o defecar y acicalarse en él es parte de la purificación sagrada de los indios.

En una de las ciudades, que se levantan a orillas del Ganges, la ley, para evitar los robos, es tan “ejemplarizadora” que cuando un hombre es encontrado culpable de robo se le corta la mano derecha, para que sirva de ejemplo, y es tan práctico que nadie nadie vuelve a comer con él ni ha recibirle nada que ofrezca con su mano izquierda. Es que en esa cultura las manos tienen un significativo uso: la derecha se usa para comer y la mano izquierda se usa para higieni-zarse después de defecar en el cause del río, considerado sagrado (purificador).

Hace algunos días me tocó recorrer el barrio la Estación, en mi querido y ultrajado Rawson, como lo hacen varios colegas cuando vienen a cubrir en ese barrio la muerte de algún joven, por robo o por suicidio. En un sector del barrio me pareció estar a orillas del río Ganges.

Las aguas cloacales cubren gran parte de la calle en la que seis casas vuelcan esos líqui-dos debido a que las cañerías se reventaron por el mal trabajo realizado por la empresa constructora, contratada por el actual gobierno. Entonces traje a mi mente la década del 90, cuando fueron enviados los primeros usurpadores a los terrenos de la estación del ferrocarril General San Martín, pues tuve la suerte de ser el primer periodista que llegó al predio cuando las prime-ras cinco familias descargaban sus precarios muebles y levantaban sus nylon, de allí el nombre de Villa el Nailon, después Barrio La Esta ción. La usurpación tenía por fin debilitar el gobierno de Carlos Fernández y co-menzar a conquistar Raw-son, mostrando como ejem plo la miseria de los pobla-dores recién llegados como si fuesen autóctonos rawsi-nos sufridos de años..

Mientras recordaba sentía indignación al ver cómo cambió Rawson desde aquel día. Hasta ese día dormíamos con las puertas abiertas y sin rejas en las ventanas. Los comercios atendían hasta altas horas de la noche, la droga no se olía como hoy a cada paso, y nadie te asaltaba en cada esquina. Los líquidos cloacales no corrían por las ace quias de Bvard Sarmiento en la ciudad de Rawson.

Nadie nos había cobrado, hasta entonces, por una casa de 10 mil pesos, 35 mil pesos para hacer un barrio ¡el de La Estación!..., y mucho menos nos habían vendido la idea de un barrio moderno con una red cloacal interna totalmente de avanzada. .Hoy la materia fecal está en la puerta de las casas, cubriendo las calles, y por otro lado del barrio las aguas servidas de los habitantes, traídos de otros departamentos a vivir sin fuentes de trabajo y a la vera de la ley, despidiendo la fetidez por todo Villa Krause.

El avance que trajeron aquellos políticos a la ciudad de Rawson no fue otra cosa más que una demostración de falsa solidaridad…, y venganza política, por estar varias décadas castigados a no sentare en el sillón de Yanson.

Ya está el cuadro casi completo para crearse el sagrado río ganges de esta india, las aguas, la materia fecal, los niños pisando esas aguas al jugar, los robos y los crímenes del Barrio La Estación, y el sueño de aquel político cumplido. Sólo falta en ese cuadro el estafador social que cometió tan  tremendo atropello y su mano derecha colgada en de árbol como señal de lo que nunca debió hacer.

 

 ¡Feliz cumpleaños mi amada!

 

Por Hugo Nicolás Vazquez

 Te he visto vestir de verde selva reciente, de rojo y grises montañas y azul océano tu falda. Aun no dejas, como otras, los pininos, y tus ansias de caminar por la tierra como mujer respetada por quien se acuesta contigo sobre tus jóvenes faldas, no han sido escuchadas niña, hermosa y tan mal amada.

Quisiera ser yo tu esclavo, tener contigo mis hijos seguros y de firmes tallas. Quiero tener brazos grandes, para abrazarte en tus días en que lloras de injusticias y sangras de puñaladas. Quisiera beber el vino de tu alegría de amada.

Quisiera que quien te viola a cada paso en su hazaña, pagara por tanto daño que te van haciendo, .

Patria. Quisiera que quien te miente, enamorando esperanzas, pagara con la Justicia los ayes en tu garganta
Tan joven y tan violada, tan mancilla mi Patria y aun conserva el sonido argentado de la plata que te roban desde siempre, primero tus padres y luego tus hijos que gobernaban y los que aún te gobiernan.

Los que siembran ignorancia con metástasis sofistas y los que amontonan plata para huir como ladinos a la Madre Tierra Patria. Los que entregan tus entrañas auríferas a cielo abierto y poco a poco nos matan. Los que mienten a mansalva para robarnos el trono que Rivadavia instaurara.

 

Mi adolescente muchacha, que estas por cumplir tus veinte -décadas de nacida- que, a la par de las naciones, no llega a ser tan siquiera dos centésimos de la palma. No entiendo cómo es que puedes soportar tanta mancilla con tan erguida esperanza.

Si a los que te amamos tanto no nos escuchan, muchacha patria querida, como debemos hacer para limpiar de rapiñas los que de tus senos maman?

Siento que amarte me duele, mi pequeña grande amada, con un dolor de vergüenza que nos contrista las almas, las almas de los que sienten su antaño orgullo vencido en tan desleal batalla.

 

 

Que se maten Ibarra y Gioja



Por Hugo Nicolás Vazquez
.-. Confieso que este miércoles cuando vi el parque de Rawson, que se inauguró este jueves, sentí el enorme deseo de revolcarme como placido animalito entre su césped, pero me lo impidieron los tristes comentarios que ponían en evidencia las peleas personales entre dos posiciones diferentes.

Este jueves no fui a la inauguración en el momento en “se cortaba la cinta”, no niego haber visto por Canal 8 cada gesto de cada orador, y emocionarme ante las 999 gracias esperando la número mil (la inauguración de la red cloacal), pero, ¡qué quiere que le diga!, no resistí la tentación y las 22 horas fui a ver, desde el cordón de la puerta de entrada, el maravillosos espectáculo de quienes no saben de peleas políticas y, como yo hubiese querido, se revolcaban en el pasto jugando con “el juguete nuevo”.

Me agradó ver a Ibarra y Gioja tirándose flores en el acto por televisión, después allí pesé y pedí a Dios para que estos dos ejecutivos sigan peleándose, matándose si acaso fuese posible.

Que se peleen por quien hace primero las veredas de las villas en Rawson, por quién de los dos reconoce que los que vivimos en las villas hicimos las casas con nuestro propio esfuerzos y en muchos de los casos sin poder cumplir el sueño de verlas terminadas, después de vivir 50 años. Quisiera verlos pelearse y hasta matarse para ver quién se adjudica la primera ficha del empleo, sin barrios miserias como los que nos han plantado en plena capital rawsina, llenos de desocupados y al borde de la delincuencia, educando sus proles  con el sólo valor del cada día, sin futuro. Quisiera ver a estos ejecutivos logrando cada objetivo como el del parque.

He visto cada pasacalle puesto en la Lemos, desde el “gracias gobernador” de las uniones vecinas hasta el “Gracias Gobernador, Intendente Ibarra”  y siento la enorme tentación de colocar un cartel más grande que el más grande que allí hay y que diga “Que se maten Ibarra y Gioja” y otro que lo complete al avanzar “Que se maten haciendo obras”.

Una mano negra

 

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. Una de las anécdotas que reflejan claramente la concepción de hombre de bien, y dignamente humano, del Padre de la Patria, General José de San Martín, ocurre en un momento de su vida militar. En uno de los combates que el Soldado Argentino pierde -no interesa cual, aquí sólo mostraré al hombre, por lo que no los voy a distraer con fechas y nombres-, nuestro Máximo Prócer le extiende la mano al general español, que había ganado el combate, para pactar la rendición, pero el íbero le responde al Argentino “Yo no extiendo mi mano blanca para estrechar la mano negra de mi enemigo”, -mano negra es la expresión con se distingue a un traidor en las filas españolas-, pasaron algunas fechas importantes y un nuevo combate enfrenta a los dos generales de nuevo, con tan excelente trabajo de nuestro único General de carrera que consiguió su grado de general en el campo de batalla, que el general español debe pactar la rendición. Entonces San Martín se acerca hasta el íbero y le expresa “Permita mi general de mano blanca estrechar la mano negra de este vencedor”. Mostrando así, a ese general y a la historia misma, que no hay traición cuando los principios están asidos a la realidad de la emancipación de las naciones. En otras palabras que cada hombre que juega su destino a la realidad de las naciones no es un traidor.

Por eso, no entiendo, ni entenderé jamás los argumentos expuestos por el jefe de regimiento de granaderos a caballo para desvestir de honor la casa nativa de San Martín, retirando los granaderos que pernoctan allí desde el primer día en que el Congreso de Nación legislara, con argumentos sólidos, la custodia de la casa natal del soldado, el General, el Estratega, el Padre de la Patria, el hombre desprovisto de mezquindades más representativo que dio la tierra Argentina de Corrientes, más aun no veo digno de un funcionario el usar la obediencia debida de un coronel para mancillar la obediencia sagrada que le debe la honra a la historia.

 

¡Eso es matar!

 

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. Uno de los pilares de la humanidad fue el respeto fiel a las más sencillas y prácticas leyes: los diez mandamientos. Ordenados en escala tal que se pueden cumplir comenzando por cualquiera de los diez. Están hechos de tal manera que hasta nos podemos dar el lujo de complacer a los ateos, eliminando los tres primeros que están referidos a aceptar a Dios y su existencia.

Pero desde el cuarto ya es imposible desprenderlo de la humanidad: “Honrarás a tu padre y a tu madre” es respetar la guía que a su entender se requiere para vivir y preservar la cultura y la vida de tus hermanos. Es el único mandamiento que posee intrínseca y explícitamente una promesa: “Prolongar los días que tendrás sobre la tierra”, para los ateos y “prolongar la vida que Dios te dará sobre la tierra”, para los creyentes.


En cuanto al quinto (5°) es tan profundo que en su expresión te asegura tu existencia, tu paz y tu convivencia: No matarás. Es tan expresivo que hasta cuando levantas la mano para defenderte te lo recuerda. Cinco dedos se abren de tal manera que es imposible matarte sin ver en ellos la frase ¡No Matarás!, Si hasta cuando apoyas la mano en la Biblia y juras o prometes por la vida, colocando en ella como un sello, un pacto entre tú y el Hombre, No matarás.

 

Ahora bien, qué es no matar?

Para ello debo primero entender qué es matar. Cuando por omisión a un auxilio dejo que alguien muera, ¡Eso es matar!.

Cuando por sadismo permito a mi pueblo sufrir de hambre y de miseria, ¡Eso es matar!.

Cuando elijo a quién salvar para salvarme, ¡eso es matar!.

Cuando al amparo de las leyes del hombre violo la Ley del Hombre, ¡Eso es matar!.

Cuando aseguro mi existencia, y la de los míos, a costa de las penurias de los otros, ¡Eso es matar!.

Cuando pacto con delincuentes el poder que me permite gobernar, y a ellos les doy casas, beneficios de mis funciones y pido lealtad a mi persona, ¡Eso es matar!.

Cuando ignoro el sexto mandamiento: No cometerás actos impuros, ¡Eso es matar!.

Cuando violo el séptimo mandamiento: No robarás. Que prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes, ¡Eso es matar!.

Cuando ignoro el octavo mandamiento: No levantarás falsos testimonios ni mentirás. ¡Eso es matar!.

Cuando desprecio el noveno mandamiento: No consentirás pensamientos ni deseos impuros. "No codiciaras la casa de tu prójimo, ni codiciaras la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo". ¡Eso es matar!.

Cuando violo el décimo mandamiento, (que completa al noveno): No codiciarás los bienes ajenos. Respetar a los otros y lo que les pertenece. ¡Eso es matar!

Por eso cuando los veo subyugar a los humildes, robarles la esperanza, alimentando la ilusión nunca complacida en el crecimiento de la dignidad del hombre, codiciar y robar los bienes del pueblo amparados en los ocultos de los votos, violando las promesas en beneficios de los suyos, entregando dádivas para esclavizar al prójimo, pienso a estos les falta la mano que les recuerde el quinto mandamiento. ¡No Matarás!

De qué sirven mil medallas

 

Hugo Nicolás Vazquez.-. Al las 16,40 horas llegaba al salón de convenciones de la provincia la ministra Alicia Kirchner para entregar subsidios y pensiones, anunciar la continuidad de las colonias de vacaciones etc. En su discurso habló sobre la política de inclusión como una justicia social conseguida por el gobierno de Néstor y Cristina. El gobernador Gioja habló de los 200 millones de pesos que el ministerio de Alicia deja a San Juan. Los bombos aturdían el salón donde se encontraban casi todos los intendentes, las Madres de Plaza de Mayo, los beneficiarios de los planes sociales, y los invitados especiales.

El acto terminó a los pocos minutos (si no ocurría así nos deshidratábamos todos). La calle Las Heras mostraba la inmensa cantidad de autos cero kilómetros que vinieron a la foto, a hacer rostros.

Aún sonaban en mis oídos las palabras de Gioja y Kirchner cuando llego a la redacción. Allí me indican que debía cubrir un intento de suicidio en la bodega La Superiora.

Al llegar a calle La Superiora se veía un gran número de gente que miraba al establecimiento con tanta curiosidad como angustia, miedo y admiración despertaba aquel cuadro. Cuatro hombres montados en la máxima altura del triángulo de la fachada. Tres bomberos de uniforme y uno vestido de blanco. Fuimos los primeros en llegar, después llegaron Cristían Flores y Piri Castro de canal cinco.

Los bomberos buscaban convencer al joven que desistiera del suicidio, que todos sus problemas iban a tener solución, que ellos le ayudarían. El continuaba mostrando sus válidos argumentos de querer dejar de vivir así.

El hombre de blanco buscaba escabullirse de las manos de los bomberos para arrojarse al vacío y así terminar con el calvario de “vivir como un perro”, según sus propias palabras.

En un momento determinado enfoqué la cámara para captar la dimensión del suceso.

El hombre de blanco caminaba por la cornisa buscando la mayor altura, gatillé una vez, él seguía buscando la altura. De repente consiguió el objetivo y, sin pensarlo dos veces, se arrojó al vacío. Todo parecía llegar al final, pero, nadie muere un minuto antes, el hombre de uniforme que estaba montado en la cornisa estiró, por un acto reflejo, la mano y de la ropa del suicida se aferra y lo sostiene.

No logro explicarme todavía cómo no se produce una caída en cadena del suicida y el bombero. Volví a gatillar la cámara (una imagen vale más que mil palabras).

De repente una mujer, de unos 28 años, irrumpió en la escena apresuradamente, llegó hasta la base del edificio y se le escucha decir con voz quebrada:

-          Primo… José Luís…, porqué?

-          No puedo seguir viviendo así. Llevo siete días viviendo en la vereda (calle Facundo entre Alvear y España) como un perro. Vivo como un perro. Quiero alquilar y no me alcanza. Yo soy un hombre honesto todos lo saben. Trabajo haciendo semitas y pan, soy un buen panadero pero cada vez estoy peor, no tengo ayuda de nadie.

-          Eso está solucionado…

-          Seguro?... No puedo más. No tengo donde vivir y he recurrido a los funcionarios para que me ayuden y no hay respuesta. Solo quiero alquilar un lugar que pueda pagar.

-          Ves dijo un bombero desde abajo, Todos te vamos a ayudar.

 

Todo parecía haberse calmado, el drama inmediato había pasado y José Luís Miranda de 34 años, de profesión panadero, bajaba rodeado de uniformes y esperanzas. Al salir al enorme patio de la bodega José Luís se abraza a esa mujer que terminó de convencer al suicida de desistir  de matarse. Lloran como niños desamparos.

Es mi única familia nos decía José Luís, mientras agradecía a todos los que fueron a ayudar. A los vecinos que han sabido comprender su situación. Al indicarle que estaban allí el concejal Olguín y la secretaria del intendente para buscar una solución a su problema solo esbozó un gracias y un deseo de que puedan hacer algo por él.

 

Qué hipocresía. Hacía apenas unos minutos habíamos visto a otro José Luís, el que llegó al salón de conferencias con los vidrios polarizados y de la mano de la Ministra de Desarrollo Social de la Nación para mostrar, a las casi dos mil personas que estaban en el salón, cuan orgullos están de darle solución a los pobres, a los desprotegidos, a los olvidados por el “otro Estado”.

Si de algo me jacto es de tener uno de los próceres más grandes de la historia universal como guía, Al único general que supo darle al argentino la independencia, al único general de la república que conquistó su grado en los campos de batalla, Don José de San Martín. Él , un día en que Mercedita le hizo notar que la pequeña nieta que tenía San Martín en brazos callando su llanto podía romper la *medalla de Bailén, con la que jugaba el anciano general expresó:

“De qué sirven mil medallas si no bastan para calmar el llanto de un niño”

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*La medalla de Bilén es una de las más valiosas conseguidas en España, pues es el primer combate que pierde Napoléon y es justamente en manos de aquel joven oficial llamado Jose de San Martín.

Cuándo comenzaremos?

 

Por Hugo Niolás Vazquez

Han pasado 25 años desde que ejercimos por primera vez el sufragio popular. Veinticinco años desde que la democracia vino para quedarse. Desde que un hombre nos dijo que “con la democracia no sólo se vota, sino que se come, se cura y se educa”, dejando bien sentado una de las obligaciones del Estado Político, la política social.

Veinticinco años desde el día en que yo le preguntaba a mi conciencia ¿que espero del gobierno que viene?. Veinticinco años desde que mi conciencia me respondió indubitablemente ¡Democracia!, continuidad de elección de un representante que gobierne los bienes del Estado, de un legislador que controle sin renunciar a la fidelidad de sus funciones, y de una Justicia que juzgue y condene los atropellos.

 

Aquel primer hombre ¡No me defraudó! Más aún cuando estuvo a punto de caer por el primer golpe de estado que la corrupción le insinuó desde la oposición, ¡no renunció!, entregó el poder a quien el pueblo acertadamente, o no (Dios y la patria os lo demanda) eligió para que lo gobernara.

Luego se preocuparon y ocuparon de denigrarlo, de instarlo como una mala palabra, de desprestigiar su función y de usufructuar sus frutos. Y luego con los años nefastos de la desocupación, altamente defendida por el peronismo que hoy gobierna y los que se dicen “yo no soy de estos peronistas sino de aquellos de Perón”, cuando el rey -Menem- y los que lo servían querían una elección eterna, fue ese hombre quien le puso límites con dos periodos y no más. Cuando quisieron quedarse con todos los senadores -tres por cada provincia-, fue ese hombre quien les puso límites, dos para la mayoría y uno para la minoría y fue un hombre de ese hombre quien le puso límite al atropello contra el campo, con ese voto de la minoría, el llamado voto no positivo.

 

Fue ese hombre el que hizo sentir el peso de lo que votamos hace 25 años, ¡… la continuidad democrática!. Hoy aprovechada, usurpada, mancillada y denigrada por los falsos políticos que llegan al poder y niegan la alternancia y destruyen la representatividad, alma y cuerpo de la Democracia.

 

Es cierto que en la avaricia nefasta de comernos todo hoy, en algunos momentos pensamos con la panza, pero un buen padre no se endeuda hasta el hartazgo, como lo hicieron los que lo sucedieron, jugando en la timba del poder los bienes del estado.

Les ha sido fácil comprar votos con los sueldos de los trabajadores que aportan y los quince años de pérdida del poder adquisitivo, la desnutrición y el descuido de los jubilados y la salud, el empobrecimiento del Estado y la Nación.

 

Hoy los poderosos políticos están rindiendo homenaje a ese hombre. La verborragia que usan es tan rebuscada que carecen de sentido y de fin democrático.

 

¿Cuándo comenzaremos a rendir un verdadero homenaje al acto de ese hombre solidificando la democracia, recuperando una presidencia en la que las minorías tengan participación; en la que los votos obtenidos por las mayorías no sean el imperio de las decisiones, sino la razón; en la que el dinero que ingrese a cada hogar sea el fruto del trabajo cumplido con dignidad; donde la justicia no esté atada al poder de la caja sino al poder del JUICIO; donde cada diputado no represente los intereses económicos del feudo, sino los intereses de la sociedad a la que representa; donde cada gobernador pueda tomar sus propias decisiones sin tener que mimar al antojo de la caja; donde la coparticipación no sea el método de extorsión para la provincia ni para los municipios; donde la sociedad recobre su dignidad y vea a la pobreza como algo capaz de superarse en conjunto sin recurrir a la dádiva del poder partidario?.

 

Hugo Nicolás Vazquez

 

 

Cuando un país se sincera.

 

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. La situación de tartagal trae a mi memoria el alud que en la década del 60 sepultó en agua y lodo a nuestros hermanos mendocinos. Me toco vivir de cerca aquella triste situación, como sanjuanino y como “periodista”. Era mi primer trabajo como estudiante de periodismo, pues como sanjuanino mis compañeros me eligieron para ese “trabajo práctico” de primer año.

Pude publicarlo al poco tiempo en el Diario “El Tiempo” de Azul, provincia de Buenos Aires. Alguien me paró en las escaleras de ingreso de la Universidad del Museo Social Argentino, para indicarme que aparentemente la ayuda brindada a mis hermanos o no era suficiente, o no llegaba a destino. Mordí mis labios para no responderle que los cuyanos no nos quedamos con las cosas de los que sufren –San Juan era considera la ciudad más moderna y solidaria del país- ¡Y… perdonen la distancia!. La realidad vista en los años venideros me demostró que yo tenía razón para aquel entonces pero que con los tiempos, las personas y los pueblos cambian.

 

Para el terremoto del 77 en Caucete aparecieron en mí las primeras dudas. Recuerdo aun la imagen del general Videla, para aquel entonces presidente de la nación, apoyando su sable largo sobre el piso cuando lo sorprendió in situ un temblor de grado 5. Fueron tantas las promesas que me imaginé que la pobreza se terminaría en Caucete.

Después llegó la gesta de Malvinas y los inocentes fuimos a entregar lo que teníamos para nuestros muchachos. Si no ganábamos la guerra con balas la ganábamos con alimentos, joyas y voluntad. Gran parte de las donaciones las encontrábamos en los kioscos cuando fuimos comprar. Yo seguía pensando que los problemas de corrupción eran “puntuales” y limitados a tres o cuatro delincuentes que la República los iba a poner en vereda. Parece que aquellos tres o cuatro pusieron en vereda a la República, púes en varias oportunides supe de remedios que la República debía entregar en los hospitales, se vendían en las farmacias y no hace mucho supe que prótesis que se deben entregar en los hospitales, llegan por otras vías a los pacientes, después de deambular en la mendicidad de los ministerios.

 

Por eso no me extraña las palabras del intendente de Tartagal, Sergio Leavy, cuando dice "No quiero que volvamos a ser noticia nacional porque nos estamos robando entre nosotros", y completa el concepto "En tres o cuatro días la ciudad recuperará su funcionamiento pero el problema es después, cuando uno busca funcionario y no los encuentra".

Siento que se pone la piel crespa cuando escucho a la presidente decir "Me hierve la sangre cuando veo tanta pobreza y tanta avaricia al mismo tiempo", porque quisiera creerle, pero no puedo, veo más de cinco años de un mismo gobierno (Kirchner) y aun tengo en mi mente el conflicto con el campo y la leche derramada y la minicuper que le regaló la presidente a su hija, mientras el Tartagal que hoy ve y define con la frase "El alud pone las cosas a nivel de tragedia, pero la verdadera tragedia es la pobreza estructural", existía para aquel entonces. 

El cuarto poder.

 

En homenaje al periodista y amigo Nelson Castro, despedido por el poder de Kirchner de Radio Del Plata.

 

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. Cuando el Barón Edmund Burke (1729-1797), les indico a los periodistas “Ustedes son el cuarto poder”, nunca se imaginó que su frase se acuñaría de tal manera que forzaría a los pensadores a deliberar en el cómo y porqué se es el cuarto poder.

 

El cómo posiblemente sea el más simple de explicar pero el más difícil de sostener.

 

Con el más viejo de los ejemplos, la palabra primero y la letra (en nuestra cultura) después, se puede considerar  el primer cómo. Posteriormente la aparición del papel y la difusión de los papiros le dieron al hombre la seguridad de trasladar la información a un “público selecto”. Después apareció la imprenta de la mano de Johannes Gutenberg y la información se hizo masiva, pudieron acceder a ella las masas citadinas. Más aun, desde que Johann Carolus dejó la pluma para comprar una imprenta allá por 1605 o desde el momento en que el diario en existencia más viejo del mundo, el periódico sueco Post Och Inrikes Tidningar desde 1645, hasta “hace unos días” en que dejó el papel para continuar su camino como diario digital.

Hasta este momento pasaron por el cuarto poder varios cómo, o mejor dicho varios medios. Los bloques de barro, los de barro cocido, el papel y los papiros, la imprenta, la radio, el cine, la televisión y la computadora hermana de la máquina de escribir, que supo superarse y hacerse imprescindible hasta en la nueva comunicación periodística, Internet.

 

Pero dije que el cómo (desde aquí el medio) es el más difícil de sostener, porque el periodista en su mayoría no es el dueño del medio y sobre subyuga su concepción al poder económico, que en los últimos años ha pasado a depender del poder político, como sucede en casi toda la República Argentina, en la que el medio  que no es de un gobernante lo alquila el gobernante, dándose el lujo de echar al periodismo de su cómo y aprovecharlo a su antojo, en muchos de los casos, con la anuencia de cipayos y de los gremios, que se dicen representantes del periodista sólo para cobrar el canon que le permite consolidar poder.

 

Ahora bien, el porqué es el más simple y más puro de los argumentos tangibles que al periodismo y al periodista lo hace el Cuarto Poder.

Somos el Cuarto Poder porque transmitimos la realidad de lo que ocurre, porque decimos lo que otros no pueden decir, porque decimos lo que otros no saben decir, porque decimos lo que otros no quieren decir.

Somos el Cuarto Poder porque estamos hasta en los más recónditos lugares, porque estamos en la  paz y en la guerra, porque estamos en la vida y en la muerte, porque descubrimos lo bueno y lo malo ¡Y lo decimos!.

Somos el Cuarto Poder porque nos odian los corruptos, pero nos temen por el poder de la verdad a difundir, porque defendemos al indefenso hasta cuando nos arremete, porque debemos estar donde nos invitan y tenemos la obligación de estar donde no nos invitan. Somos el Cuarto Poder porque tenemos la obligación moral de decir la verdad aunque en ese decir valla nuestra vida. En síntesis somos el Cuarto Poder porque somos el nexo entre la realidad y la comunidad en la que esa realidad se desarrolla. Cuando alguien se ajusta a estos porqués es periodista, aunque tenga que hacer de un banco de una plaza el cómo, aunque tenga que volver a Johann Carolus y al escribir descuide la ortografía. Es periodista y por lo tanto tendrá en sus manos “El Cuarto Poder”.

 

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La mano del amo que te da de comer

 

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. 30 familias evacuadas por inundaciones en el Médano de Oro regresan lentamente a sus hogares.

Cabe destacar que el intenso temporal desatado durante la madrugada de hoy dejó en claro las grandes penurias de las que adolece la sociedad vulnerable de la provincia, mostrando que a sólo unos pocos kilómetros de las “dos capitales” más importantes del Gran San Juan (San Juan Capital y Rawson) la mano de los gobiernos no ha sabido, no ha podido o no ha querido dar soluciones perennes a los pobladores.

Es cierto que de las más de 160 personas, más de 110 son niños, que durante estas últimas horas llegaron a refugiarse a la escuela América, en calle 9 a metros de Garibaldi, tuvieron un tazón de leche, pan y colchón para dormir. También es cierto que durante años estos y otros trabajadores, venidos a mendigos, solo tuvieron soluciones momentanes, quizás porque es más redituable para los gobiernos, que llegan con los votos de los pobres, la pobreza y la ignorancia, que la educación, la dignidad y el respeto al prójimo.

Hoy llegaron los salvadores a lucirse con la dádiva, haciendo rostro para la foto, mostrando que se sienten acongojados por un día y después contarles a los medios las grandes acciones solidarias realizadas con movimiento espectacular de personas, movilidades y autos de lujos.

Hoy vino el … de gobierno a “solucionar el problema de los pobres”, que cada vez son más pobres en la Argentina. Mañana ¿volverán con una solución más estable que un tazón de leche, pan y colchón?

Cada vez es más notable que quien te da el colchón, te quita los sueños. No sólo el sueño al cerrar los ojos para dormir, sino también el sueño de crecer. Porque mañana vendrá como lo hace todas las elecciones a pedirte el voto para seguir gobernando y esperar la próxima lluvia para darte de comer y como me dijo un día un concejal de Rawson que hoy es diputado proporcional, si acaso no votas por él, tu serás el perro que muerde la mano al amo que te da de comer.

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Yo te respondo.

Por Hugo Nicolás Vazquez.-. Varios de los mail llegados a nuestra mesa de trabajo nos consultan, nos exhortan y hasta nos increpan para que hablemos de las divisiones internas que el peronismo de Rawson vive en estos días.

 

Qué difícil es tener que descuidar cosas importantes por tan culinaria pelea. Los ibarristas, los gioistas, los tripolonistas y hasta los diístas, no deberían ser una noticia relevante.

Lo que sí es relevante es que mientras que ellos buscan marcar terreno -los lobos lo hacen horinando la zona- una mujer que vive en villa Krause tiene dos hijos y pesa 49 kilos, su estado de desnutrición es tan grande que hasta llegó a pedir por carta a la presidente que "le de una mano" y ella le respondió con una carta que debió presentar ante el ministerio de acción social para recibir ayuda hace como cinco meses. La carta le fue retirada y le pidieron que regresara después, y después lo hizo, y lo volvió a hacer tantas veces que logro bajar 3 kilos. Nadie hasta el momento le dio respuesta.

Por eso nos cuesta dedicarnos a ver si Ibarra va por fuera o por dentro, si J.C. Gioja le pone trabas en las relaciones con la Nación, o si Tripolone maneja su trup en favor de él o de Gioja, o si Hugo Díaz al sacar los pie del palto ibarrista se postulará después como candidato a intendente en el 2011. Estas peleas no son nuevas, son viejas, si hasta los amagues de la división interna del peronismo en el Concejo Deliberante ocurrido en estos días no es nuevo, viene desde el mismo momento en que una concejal debió ocupar el lugar de intendente ante la ausencia de Ibarra porque Tripolone no quiso asumir.

Nada hay nuevo debajo del sol. Pero, no condicen con nosotros que esa pelea no nos trae nada de beneficios?, acaso han visto el día de las elecciones algún peronista que vote en contra de un peronista, no, Jamás!...

Es cierto que esta clase de "noticias" sucita la atención de los políticos que hasta pagan para que esto se desarrolle periódisticamente.

Pero porqué no subieron al estrado el día en que Rawson se manifestó pidiendo seguridad?, a sabiendas que no tienen ni tendrán respuestas a ese tema.

Saben cuántos son los niños que van a clase sólo para ahuyentar el hambre?.

Saben cuántos son los viejos que se suicidan en San Juan porque para sus herederos no hay futuro.

Saben cuántos llamados llegan a nuestra mesa de trabajo haciendo saber de los despidos en la provincia? o de los trabajadores con "sueldos o becas" del estado que no llegan a los 400 pesos?

¡Hipocresía morir de sed teniendo tanta agua...!

 

Dicen que la burbuja bancaria que azota la economía del mundo podría azotar la provincia en los próximos días: Pero, ¿Tanto te preocupa el yuyo de tu fondo que no habéis visto la mugre del frente de tu casa?.

Es un crimen de lesa humanidad

 


Por Hugo Nicolás Vazquez.-. Cada mes transcurrido de este año, en el hospital de niños o la guardia de emergencia del hospital Rawson, según la edad, pudimos comprobar con impotencia, angustia y desazón que por lo menos un joven en mucho de los casos casi niños, o niñas llegan con las venas de las manos cortadas, en otro de los casos no llegaban al hospital con vida, sino después de ser descolgados de un árbol o de una viga de sus casas, o con fuertes síntomas de intoxicación después de buscar quitase la vida consumiendo pastillas.

 

Yo se que van a aparecer funcionarios que en su más intimo fueros nos insultarán, o buscarán excusas para intentar explicar que el estado esta haciendo siempre algo para sacar a la juventud de la “mala senda”. Pero a los hechos me remito y me atrevo a decir que a los únicos que están salvando es a los jóvenes que ya están salvados.

 

Es fácil decir que se está trabajando con jóvenes, y que hay excelentes resultados, cuando se oculta a la sociedad la cantidad de jóvenes que buscan en el suicidio la solución a sus problemas en la provincia.

 

Posiblemente jamás se enteren que, por ejemplo, este miércoles a las 20 una jovencita de 14 años, del departamento de Rawson, ingresó al hospital de niños con las muñecas cortadas, y para no errarle también se cortó los brazos a la altura de los hombros. O del jovencito del Médano hace apenas unas horas bajado del árbol donde se colgó del cuello hasta perder la vida.

 

Una verdadera dirigencia política contiene, ampara y busca soluciones, no se duerme en los laureles de la ilusión.

 

Es muy probable que los funcionarios sostengan que son “hechos aislados”, que son “hechos puntuales” o que es “sensación”, y hasta aparecerán otros que se escudarán en la frase “la juventud está perdida”. Lo cierto es que los objetivos programáticos  contrastan con la realidad. Como contrastan con la realidad los programas de salvataje en la problemática de la ancianidad, cuando vemos llegar a los hospitales o sanatorios, cuando los quieren recibir y contener, los desnutridos viejos a morir indignamente.

 

Muchos dirán que algunos periodistas no afines al gobierno, o al dinero del gobierno, solo criticamos y no presentamos programas de soluciones, ¡válgame Dios! Si es así, para que queremos funcionarios con sueldos mínimos de 5 mil a 15 mil pesos

 

Podrás ocultar uno o dos o mil suicidios a la sociedad para tapar con un dedo la luz de la verdad, pero ¿podrás ocultárselo a los médicos que tropiezan todos los días con el problema?, ¿Podrás ocultárselo a la madre, a la familia o a los amigos de los niños que se suicidan por falta de contención del estado?

 

Podrás callar a todos los dueños de los medios de comunicación con presiones indirecta$, a algunos periodistas, pero al periodismo… ¡JAMAS! 

 

El diario de Irigoyen fue una estrategia política con un buen resultado, pero el diario que se hacen hacer, todos los días, estos funcionarios para ocultarle la verdad al pueblo, no es una estrategia electoral ¡es un crimen de lesa humanidad!

 

 

 
 



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